12.10.07

indeleble

Un perpetuo e indeleble silencio antecede el ocaso de esta noche. Un llamado de atencion alocado y elocuente. Una expresión multifacetica de ojos embalsamados a la luz de la vela. La nada irradia de sus poros enredando la atmosfera de mis sentidos, balbuceando laberintos de palabras incongruentes. De vez en cuando suelo tomar mi cabeza por detras y atento contra mi propia suerte reventando mi frente contra la pared, provocando una encefalitis aguda y de magnitudes interestelares, macroscopicas, evidentes hasta para todos los ojos diabolicos que me observan en esta habitación vacía. Un infimo momento en la vida de este asqueroso ser, insulso y repugnante, vomitivo y aburrido. Un antes y un despues, mirado en simultaneo desde adentro y desde afuera, es que a medida que el tiempo avanza desgasatando todo a su alrededor las cosas van perdiendo cada vez mas sentido y el verdadero yo va desprendiendose de capas y capas de porquerias en extensas charlas de noches de insomnio atado a la cama mirando con ojos blancos bien abiertos la profunda obscuridad intentando penetrar las puertas de hierro con candados de acero, de letreros luminosos y prostitutas con carteles bañados en caramelo invitandome a entrar al purgatorio. La confusion es abrumadora y subersiva, intensa y desgastante. Pero en medio de toda esta sopa de letras suelo encontrarme con un sentimiento parecido al de despertarse en medio de la noche recordando un sueño revelador para olvidarlo en un simple microsegundo.

Carta de el Al amo

Sería algo así como los granos de un horrible joven adolescente los que se deberían de utilizar en el papel de la lija que lime las asperezas que tienen mi mano y la pluma. Una pieza córnea que cubre el cuerpo de las aves. Alguna vez la nostalgia logro involucrarlo en siniestros senderos cubiertos de fantasmas invisibles. Los días caen en un envudo gigante dejandole la tarea solamente al azar, que, dictaminara el que sera el mas digno dios que podra sentarse en el rincon iluminado por franjas intercaladas de luz recibidas desde los pequeños huecos que separan las vigas de madera de alamo muerto bajo el poder de los demonios que moldean la mente de los pobres seres que, como lombrices, se remolcan en la tierra, desafiando miles y miles de años de genetica avanzada, de meteoros, tormentas electricas, frios poderosos, para que un día sea traido por la mano del pendejo más estupido, y terminar partida al medio, chorreando algo similar a la sangre, atravezada por de comienzo a fin por un anzuelo y asi ser comida por una lamentable mojarra, que nueveamenet, se dividira en dos dejando restos de sus tripas en las uñas largos de las manos que cubren su rostro de lagimas olvidadas.

5.10.07

Gri etas / tos

La penumbra, la inagotable obscuridad, la tortuosa morada de lo oculto, lo perdido, lo que se va para jamas volver, un retorno sin comienzo y sus ojos bien abiertos sin poder siquiera ver negro alguno. Extendia sus manos sobre el suelo, lenta y torpemente, a ciegas, a secas. Su sangre eran las huellas detras de las heridas que proliferaban en su cuerpo. Su corazon escupia truenos sincronicos que se hacian eco en las paredes de sus pulmones. Exhalando gritos de la impotencia mas decrepita, evidente, agobiante. El sudor le quemaba como acido sulfurico, hasta que el dolor se torno insoportable y erupto un dulce y melancolico llanto, una cancion de tristeza al infinito, una oda a la misericordia, la bandera mas blanca que jamas su vida fue digna de presenciar.
Inmanacion perenne, enfatica enfermedad incesante, decolorante, el reflejo cristalino de la pulpa de mis ojos, en tus ojos, y, un deslizamiento ondulado por el juego de tu mente, que me pierde en el cardumen de elefantes sin trompa, elefantes con bocas de hormigas, de fuerza endrovenosa, segregando el pecado, endiablandolo, doblandolo, el gruñido, el graznido, el granizo, un paraiso fulminante, vigorozo. El placer furtivo, emanante del diamante que repela la herida de tu frente.
Tambaleando, con pies rociados de sangre, refugiado en la invertebrada pesadilla, el desgarre de mi ropa, la incineracion de los mas estupidos complejos que me puede provocar la desacostumbrada sensacion de despecho, de picardia ocurrente. Doblar, cerrar, apagar, borrar, olvidar, putrefaccion pestilente, incolora, perturbacion extraterrestre. Romper la ventana en caso de emergencia para sacar la cabeza a gran velocidad, aferrado a tu mano, los ojos bien abiertos, cierta adrenalina imaginaria. El mendigo que huele tu cuello, que, enfervece, burbujea, desprende un olor rancio, la acidez, el miedo, la insegura reaccion intumescente.
Como alguien que quisiese explicarme el extraordinario sentido del amor. Como sentarme sobre una nube boca abajo, como perdido en lo mas profundo de mi mente, enroscado como una serpiente en el plen, ahogado, totalmente bloqueado, aniquilado, aplastado, un requiebre a los sentidos, un grito de pasion, dolor, furia incontrolable, inexistente, un silencio en el monte, imponente, el olor de la mierda en mi pie descalzo, un querer salir corriendo, desgastarme en el exilio, derrumbar, mi estomago cerrado, contraido, cuando pienso lo que es atragantarse bien adentro, la angustia, ese sentimiento, el del estomago cerrado, escupir lo que me queda, no como quisiera, porque con un ojo veo algo diferente al otro, cerra los ojos, la boca, no es el tiempo, no hay tiempo.

28.9.07

Alarido

Por donde quieras que lo mires, el supuesto itinerante de retorcidos e inalcanzables destinos, de la enervante sensacion de tu dedo enrollado entre mis dientes y una lengua de agonia. De repetitivas despedidas. Un espiral infinito, seco e implacante, implante de ojos peregrinos, que revuelven el destello de mi vision mas proxima, repelando un alarido, un delirio furioso, jugo gastrico de mis tripas, presuntuoso porvenir ecliptico, pesadilla efervescente. Me devuelvo a mi lugar, al mismo punto de partida.